Tecnología con cosas.

  • Hace poco rescaté un televisor que tiene unos cuantos años. No tantos como para no ser plano ni tener una entrada HDMI, pero sí los suficientes para que, tras el reciente cambio en la televisión digital terrestre española, no sea capaz de recibir ningún canal. Total, que me he visto en la necesidad de comprarle un TDT para poder seguirla utilizando.

    Pero ese televisor tiene un único puerto HDMI. Y ni me apetecía tener que estar cambiando cables ni estaba por la labor de comprar además un switch HDMI para ir cambiando entre la TDT y un cacharrín para convertir la tele en smart, para poder ver contenido en Prime Video y semejantes. Y tras meterme en mi tienda online habitual me di cuenta de que tenía dos tipos de aparato: sintonizadores TDT básicos (alguno con USB para grabar si acaso), y cajas para ver streaming.

    Hasta que encontré un sintonizador que me llamó la atención por combinar ambas funcionalidades en un único aparato y un solo mando. Basta conectarle la antena, configurar tu red inalámbrica y ya tienes un Google TV con una app llamada «Live TV» que sirve para ver tu TDT, sin suscripciones ni zarandajas. Luego puedes bajarte todas tus apps, conectar un disco externo o un pen drive para grabar tus programas o ver tus películas… Bastante apañado, la verdad.

    El mando tiene números para cambiar de canal (lo que me resulta poco habitual y una sorpresa bastante agradable), tiene un tacto agradable y es cómodo de utilizar. Quizá lo que más eche de menos sea una guía de programación más avanzada. La guía de programación es el núcleo de todo servicio de televisión, gratuito o de pago, y no se le da el crédito que se merece.

    Link de afiliado mediante, este es el TDT al que me refiero. No es que sea la cosa más potente del mercado pero sí una que cubre una necesidad muy concreta: combinar televisión terrestre y aplicaciones en un único puerto HDMI.

  • Ya os he hablado de mi botón favorito, uno que apaga todas las luces desde la cama. También tengo otro parecido para cuando salgo de casa, así como mandos para controlar la música de mis altavoces conectados tanto del salón del despacho. Y el caso es que todas esas acciones las podría hacer, como mínimo, con mi móvil, si es que no puedo usar además un asistente de voz para ello. Ya sabéis que las interfaces de voz no son lo mío.

    El caso es que me gustan los objetos con una sola funcionalidad. Me gustan los relojes de pulsera y los despertadores, me gustan las calculadoras, las máquinas de escribir o los reproductores de música. Y no me gusta que me gusten, porque van totalmente en contra de un estilo de vida minimalista que en realidad me parece casi bucólico y que precisamente disfruto cuando estoy fuera de mi entorno habitual. Aprecio cuando no estoy rodeado de cosas pero me gusta tener cosas alrededor.

    (más…)
  • Uno de los placeres que me permito tomarme cuando tengo algo de tiempo es sentarme a leer. Ya os lo conté en otro post. Decidir (activamente o por defecto) sentarme a leer un libro o una revista y pasar un rato dedicando toda mi atención a eso, quizá con algo de música suave de fondo si no hay otro sonido mejor, es algo que me encanta y que hago cada vez que tengo tiempo para ello.

    Pero no solo disfruto de la acción en sí. Disfruto de la lectura pero también disfruto de haber tenido tiempo para poder leer con calma y enfocándome en ella en ese momento, y de haber elegido activamente haber hecho eso en vez de hacer cualquier otra cosa para pasar el tiempo. De haber vencido el FOMO en favor de algo que francamente en ese momento me apetecía más, y sin pensar si es lo que más me conviene, lo que mejor me viene o lo que me puede resultar más productivo.

    De hecho el componente de disfrutar de la mera intencionalidad y de usar el tiempo de manera consciente, al menos en mi caso, se extiende también a la música. Escuchar un disco de principio a fin, prestándole gran parte de mi atención, es algo que no suelo hacer porque la música suele formar parte de mi vida más como algo que está siempre presente de fondo, pero sí que hay discos que me siento a escuchar con mucha calma.

    Al principio del confinamiento por COVID-19, cuando no podíamos hacer gran cosa, reconozco que dediqué conscientemente mucho tiempo a leer y a escuchar música de manera consciente. Las circunstancias eran las que eran, pero si no hubiera sido por esto (y por el Animal Crossing; ya hablaré en otra nota de ello) lo hubiera pasado muchísimo peor, no me cabe duda.

    Foto de Thought Catalog en Unsplash

  • Una cosa que va aparejada a mi recientemente readquirido gusto por hacer cosas en la Web es que, de rebote, estoy pasando mucho más tiempo del que pasaba antes sentado delante de mi ordenador.

    Me paso mi jornada laboral delante de un ordenador, termino dicha jornada laboral, hago alguna cosa en casa… y sigo pasando parte de mi tiempo libre, pero cambiando de ordenador por mi portátil personal. Y hace no tanto tiempo consideraría esto un exceso, pero la verdad es que estoy disfrutando de redescubrir la Web y de hacerlo a través de mi ordenador.

    No olvido que también disfruto mucho de usar mi iPad, particularmente cuando estoy fuera de casa. Y mi iPad, con su Magic Keyboard y la app iA Writer hacen de ese dispositivo una máquina de escribir perfecta para cuando quiero escribir algo creativamente (como cualquier nota para un blog). Documentos largos todavía no he hecho porque lo habitual es que necesite tener al lado documentación de referencia.

    Pero sentarme en la mesa del ordenador a hacer algo tiene mucho de intencionalidad y menos de casualidad. Y eso me gusta. En general dedicar conscientemente porciones de mi día a hacer cosas que me hacen sentir mejor me gusta, y me hace sentir que estoy más en control de mi tiempo. ¿Os pasa a vosotros?

    (Voy a hablar mucho estos días sobre la «intencionalidad» de las cosas que hago, aviso. Es algo en lo que estoy pensando mucho últimamente y así pongo en orden mis pensamientos al respecto)

  • La radio y la televisión para mí siempre eran el reducto de que hay una parte de la civilización a mi alrededor que está siempre despierta y siempre pendiente. O, corrijo, era, porque cada vez tengo más la sensación de que también son una playlist de enlatados que generan un canal de televisión que no está viendo ni el de continuidad.

    Quizá los últimos reductos de verdad sean el canal 24h y Radio 5 «Todo noticias». Porque otros canales de noticias como Euronews también han migrado a un modelo casi automático.

    No sé si os pasa; me siento rodeado por la nada, casi desolado, las noches que no puedo dormir y no hay nada a mi alrededor despierto. Ni una luz encendida. Entre que pasa el camión de la basura y empiezan a despertarse los primeros trabajadores diurnos solo se oye el ladrido de algún perro lejano que está, supongo, como yo.

    Aunque en realidad también se está extremadamente tranquilo a esas horas. Y si por casualidad estás en exteriores (por ejemplo viendo las estrellas) ese silencio unido a la inmensidad del cielo despejado te hace sentir todavía más pequeñito.

  • Hace unos años vivía cerca de la iglesia, y muchas veces tenía que aparcar delante de ella porque era el único sitio disponible. Pero obviamente no era el mejor sitio, particularmente cuando había entierros (no es plan de tener el coche allí estorbando). Y yo no me enteraba de cuándo los había, porque claro, eso no es algo que se vaya pregonando.

    Pues en algún momento llegué a verbalizar que estaría bien, igual que se ponen las honras en determinados lugares públicos del pueblo y se ponen las esquelas en los periódicos, disponer de un espacio online donde colocarlas. Una página de Facebook. Si es público offline, ¿por qué no serlo online?

    Fue terminar la frase y darme cuenta inmediatamente de por qué esa sería una idea horrible y que nadie debería llevarla a cabo, y por suerte no había nadie alrededor. Pero bueno, para que se nos ocurra alguna buena idea se nos tienen que ocurrir decenas de ideas horrorosas, ¿no?


Música Folk

RSS

Estos son los enlaces que debes añadir a tu lector de RSS si quieres estar pendiente de lo que escribo. Pulsa con el botón derecho, y luego en «Copiar enlace».

También puedes seguir este blog desde tu cuenta en Mastodon, Pleroma o semejantes buscando y dando follow al siguiente handle de ActivityPub: @blog@www.macram.es.

Más formas de seguir este blog en /follow.