Tecnología con cosas.

  • Hoy la palabra algoritmo está bastante denostada en general, y que algo use algoritmos es razón suficiente para que haya personas que lo desechen, lo descarten y lo denosten (y si ese algoritmo tiene cosas de IA ya ni te cuento).

    Pero el caso es que esto es algo relativamente reciente, y supongo que comenzó cuando se empezaron a descubrir las prácticas de ciertas plataformas sociales y los sesgos de ciertos algoritmos concretos, como el timeline del por aquel entonces conocido como Twitter por ejemplo; aquí cada uno dice que estaba sesgado a favor del bando contrario y casi prefiero no entrar más a fondo ahí. Y todo esto, insisto, de mucho antes de la explosión de los modelos generativos de inteligencia artificial.

    Pero hace no tanto tiempo que algo incluyera inteligencia artificial o que estuviera mejorado por algoritmos lo veíamos como algo positivo. El principal ejemplo que se me ocurre es el de los servicios de streaming de música1. Soy gran usuario de este tipo de servicios; ahora uso Apple Music y antes llevaba muchos (¡muchos!) años usando Spotify, y antes de eso incluso llegué a pagar un tiempo por los servicios de radio de Last.FM.

    Y para mí los algoritmos de recomendación de todos y cada uno de estos servicios han sido vitales a la hora de descubrir música. También el esfuerzo editorial de cada uno de ellos ha sido relevante (así como de las radios que escucho de vez en cuando, claro), pero si no hubiera sido por los algoritmos de recomendación probablemente no hubiera encontrado discos y canciones que hoy forman parte de mi heavy rotation2.

    Igual que los algoritmos de reconocimiento facial, que en realidad son delicados (y con razón, eh) en cuanto a su uso masivo y en espacios públicos… pero no termino de ver el problema para su uso privado en colecciones de fotografías y vídeos propios. No os imagináis lo que disfruto viendo los recuerdos que genera mi aplicación de gestión de fotografías con las personas y seleccionando (de nuevo, a través de ciertos algoritmos) los momentos que me pueden resultar interesantes. De hecho tener mi enorme galería fotográfica organizada automáticamente por personas e incluso mascotas es algo que me resulta tremendamente satisfactorio.

    Hay usos de inteligencia artificial (de nuevo, no masivos, en muchos casos opt-in y sobre todo que no socavan nada) que suman, y que aumentan nuestra realidad. Y creo que se les está aplicando una etiqueta que no les toca.

    En definitiva creo que los algoritmos no son demonizables per se, porque en realidad todo lo que hacemos en cualquier espacio digital está determinado por un algoritmo. Sé que cuando hablamos de algoritmos y de IA estamos hablando de usos concretos de la tecnología y en algunos casos de tecnologías concretas. Pero creo que no debemos saltar a la ligera como un resorte cada vez que oigamos que algo va a incluir IA. Demos la oportunidad de ver qué es lo que va a pasar.

    (Y no me gusta nada lo que va a hacer Automattic, pero al menos han incluido una opción para no permitirlo)

    Foto de Markus Spiske en Unsplash


    1. Servicios que también muchos argumentarán que no trabajan para el artista sino para el sello discográfico o para sí mismos; no voy a entrar tampoco en ese debate. ↩︎
    2. Precisamente la inspiración para esta nota ha sido que Apple Music ha lanzado un nuevo mix algorítmico llamado «en bucle» (la noticia en inglés). En realidad la manera de generar este no ha sido la más complicada, porque simplemente elige de entre mis últimas canciones más escuchadas. ↩︎
  • Cuesta cierto trabajo ser constante para adquirir un hábito. Una vez adquirido no cuesta ningún trabajo olvidarlo un par de días y ya que no vuelva nunca más a tu vida.

    Atentamente, el diario en papel que llevo sin abrir semana y pico. A pesar de saber el bien que me hace escribir ahí.

  • Esta semana1 ha tocado una gran cantidad de textos en inglés, porque, qué casualidad, he descubierto cantidad de blogs interesantes en inglés.

    Foto de Pixabay


    1. En realidad voy con bastante retraso en mis lecturas así que hay textos más antiguos, pero qué más da. ↩︎
  • Hace unos días me llegó de AliExpress un paquetillo con un juguete que me apetecía ver en persona y tener funcionando. La funcionalidad es sencillísima: una pantalla con WiFi que se conecta a la API de OpenWeatherMap y te muestra en una pantalla un reloj y las condiciones climáticas de la localización que le indicas.

    El cacharrín me llegó bien empaquetado. Es una pantalla cuadrada de, creo, una pulgada, a primera vista OLED, y bastante sencilla de ver de un vistazo. Estoy satisfecho de tener un reloj a mano en el escritorio, algo que sin el ordenador encendido hasta ahora no me resultaba posible. Se alimenta por un USB que puedes tener conectado a cualquier cosa (yo lo he enchufado al USB del televisor que tengo a un lado de mi escritorio), y creo que costó como 10€ o algo así.

    La cosa es que me estoy dando cuenta de que esto en realidad es un proyecto razonablemente sencillo que casi cualquiera con acceso a una impresora 3D y a una Raspberry Pi Zero podría replicar. Al final es un reloj, una interfaz Web sencillísima de la que se podría prescindir siendo un proyecto casero, un cliente HTTP que haga las peticiones a la API, una pantalla que lo pinta todo y lo actualiza cuando sea menester.

    De hecho hay tutoriales para hacer cosas parecidas.

    Claro, sale más caro pero ganas el placer de hacer cosas con tus manos. Y el resultado no es tan apañado… pero tampoco pasa gran cosa, ¿no?

    En algún momento de la historia, creo que durante el confinamiento del COVID, se me ocurrió la idea de construir yo mismo mi propia estación meteorológica. Con su pantalla, sus termómetros, sus higrómetros y toda la historia. Luego se pudo volver a salir a la calle y creo que preferí que me diera el sol a mí en vez de construir un dispositivo para medirlo. No sé si con esto me pasaría lo mismo. Pero en todo caso ya tengo esto de AliExpress, no necesito construir otro (y eso que tengo los componentes).

  • Últimamente muchos estamos volviendo a leer Internet a través de un lector RSS. Si nos paramos en la tecnología, en mi caso es un FreshRSS que hospedo y que utilizo alegremente junto con NetNewsWire. Y hoy he pasado por una Web cuyo titular, lo reconozco, me ha atrapado.

    That being said… I have tried for a long, long, long, long, long, very long, long time to get behind RSS and I… Look, I just can’t. I can’t. I won’t. I will not. I will not.

    What triggered this? I dunno, man, I guess I saw some new app being kickstarted by The Iconfactory and I’m sure some people will love it, but I see something built around the concept of «a single chronological timeline of your most important social media services, RSS feeds, and other sources,» and I just want to put my head in the toilet and scream and scream and scream until I have displaced all of the oxygen in my body with toilet water and I drown in the toilet because my shit gills have yet to evolve.

    RSS readers make me want to jump into a vat of acid! (Keenan)

    Por un lado, un pensamiento que se me viene a la cabeza: es cierto que mucha gente está buscando the next big thing. Pero no deja de ser llamativo que en muchos casos esa next big thing se apoye en tecnología tan antigua, tan abierta, tan uncool y tan sencilla como un feed RSS.

    Por otro lado: muy interesante la visión que plantea de un lector de RSS como una tarea pendiente, algo que hay que leer porque lo tienes en una suerte de bandeja de entrada. También es verdad que yo me comporto con los RSS de una manera ligeramente más agresiva que con mi bandeja de entrada de mi correo electrónico personal; de ciertos feeds leo solo los titulares y no soy nada tímido con el botón de «marcar todo como leído». Por eso quizá para mí no sea tanto una tarea o algo que mantener limpio como lo manifiesta él.

    Este chico habla mucho de sitios web personales y un feed RSS podría verse literalmente como una forma de acceder al contenido sin tener que navegar por el site que se ha currado.

    Imagen por Preetam Rai

  • Acabo de arreglar el generador de certificados del Ministerio del Tiempo. Aunque ya no es casi relevante, si lo quiero mantener online lo ideal es que por lo menos se vea bien. Estaba apuntando a una CDN que no era la que tenía que ser para obtener Bootstrap y, claro, se veía fatal, sin estilos y descolocado. Además he visto que hay gente que llega a esa página porque está en alguna sección de enlaces de otro lado (de hecho aparece en la Wikipedia), y me daría pena quitarlo.

    A lo mejor me animo y le hago unos cambios bajo el capó para tener un código ligeramente más mantenible (aunque no es como si fuera a tener más actualizaciones; al final la serie está como está).