Tecnología con cosas.

  • Mi familia me conoce tan bien que por mi cumpleaños me han regalado dos botellas de aceite de oliva virgen extra magníficas.

  • Uno de los sitios Web que más tiempo llevan entre nosotros es «Astronomy Picture of the Day», un sitio de la NASA editado por Robert J. Nemiroff y Jerry T. Bonnell1. En su momento recuerdo que existían incluso widgets que mostraban estas imágenes. El caso es que hacía mucho que no entraba y lo he hecho hoy2, y me ha sorprendido ver un sitio Web desnudo.


    Acostumbrado a sitios estilizados, con cantidad de recursos externos y demás, llegar a un sitio Web que es puro HTML, seguramente escrito a mano o, como mucho, generado con un script, me ha resultado a la vez refrescante y nostálgico. El sitio Web debe estar tal como se creó hace casi 30 años. Y podría estar otros 30 más.

    Este tipo de sitios Web eran los habituales en la Internet «antigua», la que conocí cuando empecé a navegar por Internet sin saber lo que era Internet. Y hoy siguen siendo perfectamente válidos. Cualquier navegador, y digo cualquier navegador de los últimos 25 años es capaz de abrir este sitio Web, y la única incompatibilidad que podrían llegar a encontrarse son los scripts de analíticas que tienen en su <head>.

    Como dije, el HTML es para siempre. Y el caso es que no hace falta gran cosa más.


    1. ¿Os imagináis que tienen alertas en Google y que estas dos personas llegan a este post? ↩︎
    2. Particularmente la imagen de hoy, para mí, ha requerido algo más de contexto y de explicación. ↩︎
  • Recientemente y gracias a que ahora dispongo de espacio físico para ello me ha dado por comenzar una nueva afición. Voy a usar la palabra microjardinería para mencionarla porque suena grande y compleja, pero en realidad es lo que ha hecho medio mundo toda la vida: tener macetas con flores. Ya veis qué cosa.

    La cosa es que buscaba una afición que poder hacer tranquilamente en casa, que no me robara tiempo y que diera algún tipo de fruto que pudiera admirar. Y esta literalmente va de sembrar flores, esperar a que crezcan, ocuparse de que no se sequen ni se las coma nadie, y quitar las malas hierbas si salen (que saldrán, claro).

    Aunque esto requiere paciencia, porque las flores crecen cuando crecen. Y la paciencia es algo que en general siempre me ha faltado. Me va a venir bien para cultivarla. Nunca mejor dicho, claro.

    Toda la vida me he criado con flores de todo tipo alrededor, cuidadas con muchísimo mimo. No sé si yo seré capaz de mimar tanto las flores que están naciendo en mi patio, pero yo, con que me aguanten más de un año, ya me doy por más que satisfecho.

  • Me he dado cuenta hoy de que no tengo que estar ajustando manualmente la diferencia de horas entre la UTC y mi hora actual; en WordPress puedo establecer la zona horaria como la de una ciudad (en mi caso Europe/Madrid) y ya tiene en cuenta el horario de verano automáticamente.

    17 años usando WordPress y me he dado cuenta de esto hoy (y aun así antes de curiosear he pasado por la ayuda de WordPress.com). Tiene narices la cosa.

  • He cambiado, como quizá habrás notado, el diseño de la página inicial del blog. Estoy experimentando y creo que voy a pasar pronto a un modelo de timeline único, en el que esta bitácora se fusione y aparezca en la portada mezclada con las notas más largas (aunque las notas más largas seguramente aparecerán destacadas en la parte superior de alguna forma; tengo que pensar en ello).

    La idea es destacar arriba las entradas largas, las que ahora han estado en la portada, con un mosaico con las tres últimas o algo así, y tener en el timeline (y en el archivo paginado) tanto las notas de bitácora, que incluyen enlaces y comentarios sobre otros posts, como los post «normales». Algo parecido a lo que ha venido siendo toda la vida Microsiervos o a lo que es Kottke o Daring Fireball.

    Voy a confesar que me gusta Gutenberg porque me permite tocar este tipo de cosas sin necesidad de programar. Yo soy programador pero de Web sé lo justo, y el editor de bloques de WordPress es el que me permite tocar este tipo de cosas “al vuelo”.

    Actualizo: dicho y hecho. Tengo que ajustar cosas del diseño (sobre todo el caso en el que no haya una imagen destacada, pero bueno, el primer paso está dado).

  • Es curiosa la dualidad que se da a veces al escribir en un blog o un perfil público con cierta audiencia: da un cierto pudor exponer tus pensamientos sobre un tema concreto a tanta gente, y a la vez que buscamos que toda esa gente los lean.

    Esta situación se agudiza, además, cuando descubres que personas de tu vida real te leen. Y si esas personas son cercanas (familiares o buenos amigos) todavía más.

    Lo curioso es que antes, cuando escribía en blogs comerciales y usaba Twitter, tenía una audiencia mayor por varios órdenes de magnitud, y no tenía este pudor. Muchas decenas de miles de personas leían textos que yo leo hoy y… no es que me avergüence de ellos pero sí que reconozco que no son mis escritos más brillantes.

    Supongo que esto va con la edad y que es parte del proceso de maduración.