Repetid conmigo: las becas no son un premio

Fachada de la Universidad de Salamanca

Imagen por chalo84

beca.

1. f. Subvención para realizar estudios o investigaciones

La RAE es la primera en decirlo. Estos días, coincidiendo casi siempre con la denegación de una beca por parte del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, se están oyendo muchísimas quejas relativas a ello, por no estar de acuerdo. No hay más que mirar Twitter.

Y uno de los argumentos más frecuentes que se esgrime es el siguiente: «no entiendo yo, que he sacado un 7, no tengo beca, y al de al lado que ha sacado un 5 le han dado cuatro mil eurazos». He tenido esta discusión mil veces con muchísimas personas, y parece que a nadie le cabe en la cabeza. He puesto la definición de la RAE al principio de este artículo para dejar claro que no es un argumento que me invente.

Una beca no es un premio, no es un regalo, no es una recompensa. Una beca es un incentivo para que todos podamos estudiar, para que la educación superior no sea un privilegio reservado para aquellos (cada vez menos) que pueden permitirse esta educación. Para muchas familias pagar 1000€ o 2000€ de matrícula anuales, añadiendo los gastos propios de vivir en una ciudad distinta (en muchos casos), es un gasto demasiado grande que muchos no pueden asumir, máxime en una situación como la que estamos viviendo.

Por otra parte sí que estoy de acuerdo en que hay casos de demasiado mamoneo, de verdadera ingeniería financiera destinada a conseguir el máximo dinero posible de las arcas del estado (a las que todos hemos contribuido, de un modo u otro) para, además, pulírselo totalmente en ropa, viajes, regalos, el carnet de conducir… No soy quien para meterme en los presupuestos de cada familia, pero siguiendo a rajatabla la definición que nos da el diccionario académico para la palabra «beca», si dan una subvención para estudiar, es para estudiar y todo lo relacionado con estudiar, y no para montar una fiesta, hacer un viaje o gastárselo en el carnet de conducir.

Y que conste: me parece razonable que el MECD haya endurecido los criterios académicos para obtener, mantener y optar a una beca (jamás los económicos, puesto que por defecto ya cuesta a muchas familias enviar a sus hijos a vivir a la universidad, aun recibiendo ciertos componentes de la beca que otorga). Puestos a dar oportunidades, por lo menos que sea a gente que las va a aprovechar. No me parece bien, pero es una decisión que entiendo.

Si me permitís también la reflexión, habría que revisar ciertos criterios, como no definir unos umbrales de renta tan estrictos en los que una diferencia de cien euros en renta familiar supongan la pérdida de un componente importante de la ayuda (como puede ser el de residencia o el de compensación). Quizá determinar la cantidad a entregar a cada becado según algún tipo de función y que la ayuda sea lineal e inversamente proporcional (es decir, a más ingresos, menos beca, pero que no haya un escalón tan acusado como hasta ahora).

Pero jamás podemos olvidar el sentido de la beca en sí. Se trata de una subvención para que no sea tanto esfuerzo para las familias con menos recursos enviar a sus hijos a recibir una educación superior. No son un premio (ya existen las matrículas de honor por algo, y existen otro tipo de premios a los que todos los estudiantes pueden optar), así que dejad de utilizar ese argumento para ello. ¿Acaso tiene más derecho a estudiar el que saca un 8 que el que saca un 7 o un 6?