Reconozco que una de las cosas que más probé cuando adquirí mi último portátil fue, más allá de su tamaño, su delgadez o su sistema operativo, fue su teclado. Al fin y al cabo por mi trabajo y mis estudios iba a usarlo prácticamente todo el tiempo y es importante que fuera un teclado que respondiera bien a mis pulsaciones, que fuera cómodo, que no estuviera excesivamente duro (ni blando) pero que además fuera suave, y que tuviera las teclas razonablemente separadas y con un tamaño conveniente.
El teclado de mi Acer Aspire S3, todo hay que decirlo, me parece una auténtica maravilla. Tan sólo tengo la queja de las teclas de dirección y de avanzar y retroceder página, que parecen puestas a presión en menos espacio del que ocupa el shift colocado justo encima. Pero debo reconocer que escribir con este teclado me encanta: es suave, no hace demasiado ruido y tiene los símbolos colocados en los lugares perfectos para programar (en mi antiguo teclado del sobremesa tenía el símbolo } al lado de la tecla para borrar, y no al lado del { como sería lógico).
Quien dice teclado, por cierto, dice trackpad. Recuerdo con horror todavía algunos Packard Bell con un trackpad circular. ¿Quién en su sano juicio utilizaría un trackpad al que le recortan superficie para hacerlo «más bonito»? El trackpad de los portátiles de Apple (y, por extensión, el Magic Trackpad) son dispositivos perfectos para manejar con los dedos, de tacto suave, buena respuesta y gestos multitáctiles, a los cuales es imposible renunciar una vez te acostumbras (a mí me costaría volver a usar un trackpad sin click, desde que uso el del Aspire).
Y quien dice trackpad y teclado, bueno, puede decirlo sobre todos sus periféricos, sobre todo los que más frecuentemente usa (monitor, teclado, ratón/trackpad, auriculares, tableta gráfica tipo Wacom si es el caso). Yo prefiero invertir un poco más en comprar un buen teclado y ratón si sé que van a durar lo suficiente y que me van a dar una buena experiencia, sobre todo cuando voy a pasar muchas horas diarias utilizándolos. ¿Vosotros qué opináis?