¿Analógico o digital?

Este es un debate que he tenido conmigo mismo en muchas ocasiones1: si usar métodos exclusivamente digitales o tener algunas cosas analógicas. Quien me conoce sabe que me gusta escribir a mano, me encantan las estilográficas y las libretas chulas. Pero también admito la conveniencia de los métodos digitales.

Por ello en muchas ocasiones he oscilado entre lo escrito a mano y lo teclado, entre lo analógico y lo digital. He intentado seguir métodos de contabilidad basados en una aplicación (e incluso tuve una intentona de desarrollar la mía propia) y he intentado seguir el método Kakebo (con el de Blackie Books, que de momento es mi preferido).

Igual que he intentado seguir un diario digital con aplicaciones como Day One u otras2, y luego he intentado seguir un diario personal analógico (de hecho es lo que estoy haciendo ahora, usándolo como una excusa para usar mis libretas chulas y mis estilográficas). De momento me está funcionando, y espero no perder la costumbre, pero quién sabe lo que pasará en unos cuantos meses. De hecho mi intento de bullet journal de 2018 a 20223 está en la estantería, sin terminar todas sus páginas, como testigo de cada uno de los intentos.

La cosa es que no me termino de decidir si prefiero esto u otra cosa. La conveniencia de lo digital, sobre todo cuando paso al día más de ocho horas delante de un teclado, es bastante tentadora. Pero precisamente el hecho de tirarme tantas horas delante del ordenador es lo que hace que me incline por un método analógico. Me ayuda a despejarme.

Y eso que admito sus desventajas: el diario en papel me obliga a estar en una localización concreta (o a llevarme el diario conmigo; no es mucho problema porque al final ya me paso el día con una mochila al hombro), pero al menos el tiempo que dedico a escribir lo hago sin una pantalla delante, sin distracciones ni nada que se le parezca. Eso sí: para cuestiones de trabajo uso Obsidian; me resulta más práctico.

Esto está relacionado con lo que comenté hace unos días: con el encanto del objeto físico más allá de ser un tchotchke.

Foto superior por Simon Collison (CC BY-NC-ND 2.0)


  1. Tanto he oscilado en este tema que tengo la sensación de que en algún momento he hablado de ello, pero como borré un montón de posts de este blog lo mismo se fue con la quema. ↩︎
  2. En un momento tuve la duda de si pasar a usar la app Journal de Apple, pero me la despejaron rápido: solo está disponible en iPhone y quizá esa sería la plataforma donde menos la usaría. Me quedé con mi libreta chula y mis plumas. ↩︎
  3. Sin ir más lejos hace dos años ya publiqué una nota sobre que pretendía incorporar el journaling a mi día a día. Fue uno de los intentos para los que reaproveché aquella libreta. ↩︎

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