⍟ Se nos ha olvidado navegar por Internet

Cuando no teníamos Internet en el bolsillo ni en todas partes, cuando el uso de Internet era totalmente intencional y consciente y no lo teníamos tan interiorizado, había una cosa que hacíamos: entrábamos en Internet. Si teníamos la suerte de tener Internet en casa teníamos que conectarnos a la red, que abrir un navegador y que hacer algo con ese navegador. Nos conectaríamos al Messenger, accederíamos a Tuenti o usaríamos Google para buscar lo que queríamos hacer.

Si usábamos Internet hace muchos años probablemente accediéramos a algún portal: uno de fotos y vídeos graciosos, uno con noticias que nos interesaran o uno general. Es más, probablemente también aprovecháramos para probar ese sitio Web que nos han recomendado o que hemos visto en una revista.

Esta magia se rompió. Primero con las redes sociales, haciendo que muchos usuarios se limiten a entrar a Facebook, a WhatsApp, a Instagram o a donde sea. La World Wide Web como tal pasó a un segundo plano (de hecho probablemente se use más la aplicación de Google que a través de un navegador normal).

Que tengamos Internet como un suministro ubicuo en cualquier lugar también ha hecho que se pierda un poco de magia. Quizá esto sea un poco romántico: tengo recuerdos estupendos de descubrir la red y de que ésta, para mí, en su momento fuera un recurso escaso, y que todo rato que pudiera aprovechara para intentar descubrir todo lo posible de él. Ahora lo tengo todo el día al alcance de la mano, literalmente dentro de mi bolsillo, y mucho del mito que tenía para mí hace 20 años ya no existe.

Eso sí. En mi recientemente redescubierto amor por la WWW estoy redescubriendo que navegar por Internet es divertido. Usar RSS para seguir blog personales y acceder a blogrolls¹ y directorios para ver lo que la gente está creando en la red por mero amor al arte es una de mis nuevas aficiones. Redescubrir el Internet ingenuo, vaya. Lo que sí me faltan son sitios en español. Menos mal que iniciativas como ¡Blog! ¡Blog! están haciendo por visibilizarlos.

Imagen por Micha Frank, vía Unsplash