Tecnología con cosas.

  • En este blog no hay instalado ningún sistema de estadísticas, ni el de Jetpack, ni Google Analytics ni nada así. Pero sí que dispongo de Webalizer y AWStats a nivel de hosting, y hoy me ha dado por mirarlo.

    Se está notando que estoy haciéndole algo más de caso al blog porque hay muchos más hits y visitantes únicos. No me he fijado en los números exactos pero sí en la tendencias, y la tendencia es que en enero crecieron cantidad, y en febrero van a crecer todavía más.

    No hago esto para que me lean, pero es agradable saber que hay alguien al otro lado.

  • Durante mucho tiempo pensé que no tenía nada sobre lo que escribir, nada que contar.

    Va a resultar que lo que no tenía era el hábito ni las ganas de hacerlo.

  • Si quieres añadir esta bitácora a tu lector de feeds habitual basta que uses la siguiente URL:

    https://www.macram.es/status/feed/

    De esta forma puedo mantener el feed «normal» de artículos «largos» (o por lo menos reflexionados) de estas notas cortas.

    He llegado a probar tener una portada larga y, por qué negarlo, ligeramente caótica en mi opinión (no lo digo como algo negativo, que conste) de Daring Fireball o Kottke, mezclando notas más reflexionadas con simples citas o comentarios cortos. Pero ahora mismo me atrae más la idea de no mezclar estos tipos de contenido.

    Y las notas cortas de normal irían a una red social; de esta forma me las puedo traer a mi propio sitio sin meter demasiado ruido.

  • La semana pasada fue el Benidorm Fest en el que se eligió a la canción representante de España para el Festival de la Canción de Eurovisión. Y esta semana está siendo Sanremo.

    No lo voy a poder seguir porque hay una cantidad limitada de horas en el día, pero sí que creo que voy a prestarle un poco de atención a algunas de las canciones presentadas. Y hoy he descubierto gracias a @LostTransposon este melocotonazo: «La noia». Voy a ponerme de fondo las demás, porque si el nivel está aquí sin duda voy a descubrir algo interesante.

  • Se está muy a gusto siendo nadie, no teniendo ni responsabilidad ni exposición. Es una vida muy tranquila. Pero qué aburrimiento.

  • Es 2024. Casi todo el país utiliza, a día de hoy, algún tipo de herramienta digital (y si no las usa quizá debería empezar a hacerlo). Y todos hemos oído en algún momento de nuestra vida las recomendaciones básicas para una contraseña segura: larga, sin palabras que salgan en un diccionario, con números y símbolos y a poder ser sin reutilizarlas.

    No obstante nadie dice lo más obvio: que hay que acordarse de la contraseña. Y es en lo que falla la mayoría de la gente. Conozco a muchas personas que tienen más de una cuenta de Instagram o Facebook porque cada vez que cambian de móvil se olvidan de la contraseña y no pueden recuperarla porque tampoco se acuerdan ni del correo electrónico que usaron, ni de la contraseña de dicho correo electrónico.

    Y el problema se acrecenta en el mismo momento en el que usamos ese correo electrónico para cosas importantes. Nuestra vida digital es cada vez más importante y sin embargo no le damos ninguna importancia a sus llaves. Ni las hacemos suficientemente seguras ni nos preocupamos de custodiarlas. Y no sé si hay soluciones tecnológicas que puedan ayudar a mitigar este problema.

    Por mucho que podamos usar un gestor de contraseñas, integración con nuestros navegadores y todo eso… nada es eficaz si lo básico, que es la parte de la interfaz silla-teclado, no funciona.

    Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash